miércoles, 18 de junio de 2008

Resistencia Bacteriana a Antibióticos


Las bacterias son microorganismos unicelulares, responsables de una gran variedad de infecciones potencialmente letales, como neumonías, meningitis, peritonitis, tuberculosis, etc. En la era Pre-antibiótica, antes 1940, los médicos no contaban con tratamientos efectivos para este tipo de infecciones, porque no se había descubierto la penicilina, por el médico escocés Alexander Fleming, quien recibió el premio Nóbel en 1945 por el descubrimiento y la producción de penicilina.

Después de esta época se pusieron a disposición de los médicos los primeros antibióticos (estreptomicinas, cloranfenicol, neomicina y tetraciclinas) y las infecciones que un principio fúeron intratables se hicieron curables. Con lo que aumentó la expectativa de vida y se debió a la introducción de los antibióticos, a la práctica médica.

Para que un antibiótico sea clínicamente efectivo, debe matar o al menos inhibir el crecimiento bacteriano sin causar toxicidad en el organismo humano. Así, la mayoría de los antibióticos, están dirigidos contra estructuras moleculares presentes en bacterias, pero no en las células humanas.

La penicilina, por ejemplo inhibe la síntesis de la pared celular bacteriana, otros antibióticos, comúnmente usados, inhiben diferentes etapas de la síntesis de proteínas de las bacterias.

El uso de los antibióticos ha tenido una repercusión muy importante en la medicina moderna por la capacidad de los médicos para curar infecciones bacterianas que amenazan la vida.


Sin embargo, desafortunadamente las mutaciones genéticas bacterianas, han permitido el desarrollo de cepas de bacterias resistente a antibióticos. Muchas cepas bacterianas son en la actualidad resistente a uno o más antibióticos, por lo tanto los médicos deben ensayar distintas terapias antes de encontrar el antibiótico efectivo.

La resistencia bacteriana a antibióticos, es un grave problema de salud en la actualidad, la cual consiste en que las bacterias, crean mecanismos de defensa (resistencia), frente a los antibióticos, con la consiguiente pérdida de acción de estos medicamentos.

El problema es grave, porque infecciones, que antes eran sensibles o susceptibles a ciertos antibióticos, en la actualidad esas infecciones son producidas por gérmenes (bacterias) resistente, las cuales mediante mecanismos genéticos (genes) transmiten genes de resistencia de una bacteria a otra, frente a los antibióticos, lo que lo imposibilita a realizar su efecto bactericida (matar a la bacteria).

Es un grave problema en salud pública, porque las infecciones leves que afectan a la población en general: infección de vías urinarias, infección vías respiratoria altas, producidas por gérmenes (bacterias) sensibles a penicilina, hoy en día esas mismas infecciones son producidas por los mismos gérmenes pero que han mutado y han adquirido un gen de resistencia, por lo que esa penicilina que era efectiva para erradicar esa infección hoy en día, no tiene el efecto bactericida, para eliminar ese gérmen, y necesitamos usar otro tipo de antibióticos específicos para vencer esta resistencia.

BACTERIA GRAM NEGATIVA: ESCHERICHIA COLI

El uso y el abuso indiscriminado de antibióticos, es lo que ha facilitado para que las bacterias produzcan estos mecanismos de resistencia.

En nuestro país el problema de la Resistencia Bacteriana a Antibióticos, es más grave porque no se han tomado las medidas pertinentes del caso, para controlar este problema.

No se realizan estudios de vigilancia de infecciones producidas por bacterias resistentes, no hay control en el uso indiscriminado de antibióticos, que complica el problema, por la falta de conocimiento de los servidores de salud y ausencia de comité de infecciones en los hospitales, que regulen y controlen el uso antibiótico.

La falta de buenos laboratorios microbiológicos estatales, donde se puedan procesar todas las muestras (cultivos), para poder saber cuales son los gérmenes que prevalecen y a que antibiótico son sensibles o resistentes, y poder realizar los reportes para los estudios de vigilancia.

La resistencia de bacterias no solo es un problema de salud pública, en la comunidad, porque hay infecciones de la comunidad, que se atienden en forma ambulatoria, como por ejemplo amigdalitis, infección de vías urinarias, que son producidas, por bacterias: E. coli; S. pneumoniae, que antes eran sensibles a ampicilina, penicilina y hoy son resistentes.

También es un problema hospitalario, y es más grave, porque las infecciones son más severas (neumonías, peritonitis), que traen consigo tratamientos más costosos y porque las bacterias son resistente a múltiples antibióticos.

En lo referente a enfermedades endémicas en nuestro país, como la tuberculosis y paludismo, estos microorganismos causantes de estas enfermedades, han adquirido mecanismos de defensa, contra las drogas antituberculosas y contra las drogas antipalúdicas—TUBERCULOSIS RESISTENTE—Y –PALUDISMO FALCIPARUM RESISTENTE A LA CLOROQUINA-.

Esta guerra entre bacterias y el hombre (ser pluricelular), cada día que pasa, la están ganando los microorganismos unicelulares, por el aumento de infecciones tanto adquiridas en la comunidad como en los hospitales, por bacterias resistente a los antibióticos conocidos (más de un centenar).

En nuestro país, este problema de salud pública se potencia, porque a nivel país, no se han adoptado medidas, de prevención para disminuir el impacto de este flagelo, que azota y se ensaña siempre contra los más desprotegidos, por el costo económico, que cuesta tratar este tipo de infecciones producidas por bacterias resistente, la falta de estudios de vigilancia de bacterias resistente, hechas en nuestro medio, la falta de buenos laboratorios microbiológicos, y la falta de recursos de los hospitales, especialmente, los hospitales de infectología, que deberían ser el encargado de encausar todos los programas de vigilancia de infección por bacterias resistentes.

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